sábado, 19 de diciembre de 2015

Efecto vuelta

La fuga de cerebros desde el inicio de la crisis ha  sido paulatina pero incesante, a fin de cuentas, las personas por norma general más capaces son aquellas que demuestran una gran predisposición a salir de la zona de confort, moverse, absorber conocimientos por donde vayan, enriquecerse de la cultura y convertirse en bilingües o incluso políglotas. Se podría hacer un paralelismo y nombrarles nómadas, frente a los sedentarios, aquellos que van en búsqueda de la aventura, frente a los que se quedan en sitio seguro, y precisamente es por ello, cuando los prados se convierten en agrietada tierra, y los animales escasean, estos no tienen impedimento en avistar el horizonte y poner rumbo a nuevas tierras. Este factor es bien conocido por los empleadores, que equiparan tener una experiencia internacional a la de tener un máster, porque bien saben que su cerebro funciona de una manera ligeramente diferente respecto al resto, no se conforman, pueden abordar los problemas desde diferentes perspectivas dada su experiencia singular, y de seguro en el caso de jóvenes, “a base de espabilar”, son personas maduras.

En esta categoría nos encontramos desde personas que van contratadas ya al país de destino debido a su excepcional currículum, o aquellos que con sus ahorros se van fuera, con la esperanza de encontrar algo, a mi juicio, ambos excepcionales, ya sea por el factor esfuerzo o el del coraje.

Pero una cosa es clara, y es que desde mi propia experiencia y la de las personas que conozco que se han ido fuera, pocos conozco que no tengan unas ganas enormes de volver a España, porque hay que diferenciar bien entre que un país sea una potencia económica y por otro lado, que tenga un buen nivel de vida, y es que en España tenemos un talento donde no se tiene en otro lado, una cultura mediterránea acogedora, y todo esto acorde con el clima, y la comida…  lejos está el gazpacho, la horchata, la tortilla de patatas, el jamón serrano de la comida a base de mantequilla de Inglaterra o la comida a inyección de Estados Unidos. Porque para gustos colores, pero está claro dónde se come bien y sanamente.

Ahora imaginaros que la economía empieza  a repuntar sólidamente, en el que los números sean reflejo de un cambio real, y no de algo artificial, y digo esto porque conozco los contratos que se están ofreciendo, y si por norma general tener una persona de becaria dos años en una empresa, que haga que te reduzca el paro es un logro, me temo que se está considerando a nuestro país uno de segunda en vez de uno de primera, como lo que es realmente.

Por ello, nuestros nombrados nómadas viendo crecer otra vez los cultivos en nuestros campos volverán, ¿Y que pasara cuándo vuelvan?

Impulsarán aún más el crecimiento, dado que han recogido toda la experiencia de multitud de países con diferentes formas de hacer las cosas, y crearan innovación haya donde vayan.


Pero… ahora mismo nuestro futuro está en el aire, en nuestras manos, y es que mañana en las elecciones del 20 de diciembre dictarán que rumbo toma España, si no levanta cabeza y se queda en un país de segunda línea o por el contrario coge rumo a ser una potencia mundial.


2 comentarios:

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  2. La verdad que desde el extranjero se echa de menos la calidad de vida de España. Tienes razón según la economía vaya prosperando habrá mas oportunidades para españoles en el extranjero de volver a su tierra y contribuir al crecimiento.

    Yo desde Londres lo que mas echo de menos de Madrid además de la familia y amigos es el sol, la comida de calidad, la reducción del tiempo traslado y El Retiro.

    Poco a poco iremos volviendo e intentaremos contribuir a la prosperidad de España.

    ¡Feliz Navidad!

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